La actividad física está adecuada para todas las personas
aunque no deja de existir ciertos riesgos, por lo que se debe practicar de
manera individualizada atendiendo a la condición física de cada uno.
Dependiendo de la edad, el ejercicio varía. Se debe hacer
una incisión de carácter lúdica ya que si el ejercicio o la actividad que se
está realizando no es satisfactoria, puede llegar a alejar completamente a esa
persona del deporte.
En cuanto a la tercera edad, es más recomendable la
actividad física bajo supervisión médica dado el ciclo de vida en el que se
encuentran, donde sus huesos y músculos se encuentran más deteriorados.
Niños y adolescentes
Inculcar hábitos saludables en la infancia resulta una tarea
más sencilla que eliminar los malos hábitos en la edad adulta. Está comprobado
que los menores que practican ejercicio físico de forma habitual tienen menos
propensión a padecer en el futuro obesidad, osteoporosis y enfermedades
cardiovasculares, patologías que si bien se manifiestan en la madurez, comienzan
a gestarse en edades más tempranas. Además, es la mejor forma de alejar a los
jóvenes del consumo de drogas y de habituarles a llevar una alimentación
equilibrada.
Sea cual sea la modalidad elegida, debe contribuir al
desarrollo mental y motriz del niño. Por ello, es necesario resaltar el
carácter lúdico del deporte, que lo vea como un juego y no como un sacrificio.
Son aconsejables deportes como fútbol, atletismo, balonmano,
ciclismo, baloncesto, patinaje, voleibol y natación porque son modalidades que
ayudan a su crecimiento y al correcto desarrollo muscular y óseo
Jóvenes y adultos
Nada dura para siempre y la juventud también se acaba. El
rendimiento físico de las personas inicia un descenso continuo a partir de los
35 años. Es en esta etapa, debido a las obligaciones laborales y familiares,
cuando menos tiempo tenemos para practicar ejercicio. Pero con una buena
organización diaria resulta sencillo ganar una hora al reloj para hacer
deporte.
Fundamentalmente, hay dos buenas razones para practicarlo a esta edad: la
prevención de las enfermedades cardiovasculares
(el riesgo de muerte por enfermedad coronaria aumenta progresivamente a
partir de los 35 años en los hombres y de los 45 en las mujeres) y la
prevención y tratamiento de los dolores de espalda, un problema de salud que
afecta al 80% de la población española, y que se ha convertido en la primera
causa de incapacidad en los mayores de 45 años.
Mayores de 50
A partir de los 50 años, el organismo pierde una media de
tres kilos de masa muscular por década. El ejercicio aeróbico fortalece los
músculos y los hace más flexibles, y puede combinarse con ejercicios estáticos,
como las pesas, para prevenir la osteoporosis, ya que retrasa las pérdidas de
calcio. Pero tan importantes son los beneficios físicos como los psíquicos. El
ejercicio ahuyenta de depresión, eleva la autoestima y potencia el rendimiento
intelectual. La edad de jubilación puede marcar el comienzo de una nueva etapa,
sana y activa, que nos va a permitir vivir en buenas condiciones. Haz deporte e
invierte en salud para el resto de tu vida. Notarás una mejoría a todos los
niveles: tendrás más energía, desaparecerá la fatiga al realizar tus tareas
diarias, reforzarás tus defensas, estarás mentalmente más relajado y
conciliarás mejor el sueño. Además, al quemar calorías te será más sencillo
controlar tu peso y, de esta forma, prevenir la obesidad.