sábado, 28 de febrero de 2015

ACTIMEL: El yogur que mata a tus defensas



El “Actimel” incorpora entre sus ingredientes el conocido “lactobicillus casei”. Esta bacteria es generada por nuestro cuerpo de forma espontánea, y si se suministra desde el exterior de forma regular, nuestro organismo olvida cómo hacerlo, y por lo tanto deja de fabricarla.





El principio activo de “Actimel” proviene de un medicamento destinado a las personas que no son capaces de crear su propio L.Casei. Y como son pocas las personas que la necesitan, no era rentable, por ello el laboratorio vendió la patente al sector alimentario.

Danone lo lanzó con la marca “Actimel” en base ciertas proposiciones:


           -      Ayuda a reforzar la barrera intestinal
           -      Ayuda la regulación del sistema inmune
           -      Contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune
           -      Ayuda a reforzar el sistema inmune intestinal
           -      Ayuda al cuerpo a defenderse de bacterias indeseables
           -      Contribuye a que el cuerpo sea más resistente
           -     Ayuda a proteger el organismo
           -     Ayuda al cuerpo a hacer frente a ciertas agresiones externas cotidianas.

Una agencia sanitaria (AFSSA) negó que, salvo la primera proposición “ayuda a reforzar la barrera intestinal”, el resto de los argumentos tienen menor validez científica. Incluso, la acción benéfica de “la defensa natural del organismo al reforzar la barrera intestinal” es limitada, ya que las dosis de bacteria “casei” en un recipiente de 100 ml. no llega a la mitad de la dosis necesaria para lograr el efecto prometido.

Lo que no dice la publicidad de Danone es que no debe consumirse por un tiempo prolongado ya que inhibe la capacidad autogenerativa de la bacteria por parte del organismo humano. La ley obligó a “Actimel” a dar cuenta de este problema, pero lo hizo de manera que la mayoría de la gente no se enteró. Incluyó en la etiqueta, “Desafío Actimel: consúmelo durante 14 días”. 
El “Actimel” es uno más de los yogures presentes en el mercado. Rico en proteínas, vitaminas y minerales y muy digestivo por la transformación en ácido láctico de parte de la lactosa que contiene. Sus fermentos frenan la proliferación de bacterias patógenas y previenen diarreas y estreñimientos. Sin embargo, se vende en mayor cantidad y a un precio superior a sus competidores por una publicidad engañosa que, además de estafar a los ciudadanos, puede acarrear daños para la salud. Al igual que el famoso Petit Suisse  que es grasa química para los niños, lo peor que les puedes dar. 

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